lunes, 28 de mayo de 2012

Despejadas las incógnitas, fuera ventajismos; Que la unión entre a escena



Bueno, pues se acabó la espera. Ya tenemos lista de 23 y, por supuesto, tenemos debate. A nadie parece gustarle las decisiones del seleccionador respecto a las posiciones dudosas: Al final Negredo y Pedro en lugar de Soldado y Adrián, y Juanfran en lugar de Iraola y Monreal. Thiago, además de contar con pocas opciones, se auto descartó horas antes del anuncio de la convocatoria, dejando totalmente despejado el panorama respecto al centro del campo, la línea a todas luces más estable del grupo.

Las reacciones no se hacen esperar: En sendas encuestas realizadas en As y Marca, un 71 y un 67 por ciento de los internautas afirman no estar de acuerdo con la lista. En el primero de estos medios, un segundo cuestionario refleja que la gran mayoría hubieran convocado a Adrián y Soldado. Menos discutida es la convocatoria de Juanfran, máxime después de su buen debut en el lateral ante Serbia y el bajón físico con el que Iraola, su gran rival por el puesto, ha terminado la temporada, con la final de Copa como ejemplo más reciente. Precisamente esa final parece haber servido de impulso para el regreso de Pedro, con quien no contábamos si quiera en el último post, en el que analizábamos las opciones de los distintos candidatos para acudir a Ucrania y Polonia. Ay, qué insensatos...

La lista final es un fiel reflejo de la forma de actuar de Del Bosque: Continuismo. Hay 19 campeones del Mundo y sólo cuatro caras nuevas respecto a Sudáfrica, que serían sólo dos si Villa y Puyol no fuesen baja. Y si contamos a Cazorla casi como un fijo que se perdió el Mundial únicamente porque estaba lesionado, al final resulta que probablemente sólo Jordi Alba y Juanfran habrían sido las auténticas novedades, "naturales" tras la retirada del combinado nacional de Capdevila y Marchena. Y respecto a las dudas, se ha impuesto la jerarquía en detrimento del rendimiento. La llamada de Pedro y Torres son buenos ejemplos.

La jerarquía y la experiencia antes que el rendimiento. Eso que os preguntábamos en la encuesta de la pasada semana (¿Qué criterio fundamental debe seguir un seleccionador a la hora de elegir?), en la que ha vencido el rendimiento claramente, según vuestras opiniones. Suele ser la corriente generalizada cuando se le pregunta a la gente justo antes de citas como éstas. También porque a pesar de haber sido campeones de Europa y del Mundo en estos últimos cuatro años, sigue existiendo en cada aficionado español una costumbre que le incita a decantarse siempre por los jugadores del su equipo. Por eso media España pide a Raúl sistemáticamente y la otra media reniega. Por eso un seguidor del Valencia prefiere a Soldado antes que a Negredo y el sector Atlético prefería a Adrián. Por eso, antes de la Eurocopa 2008, el debate era si tenía que ser titular Villa o debía serlo Torres, en función del equipo del que se fuese. Al final fueron titulares los dos.

En el último post, además de lanzar la pregunta sobre el criterio que se debe seguir, preguntábamos qué debe ser una selección. La opinión popular tiende a construir listas de 23 a base de los que mejor están en cada momento. España hizo eso durante muchos momentos de su historia y fracasó. Ahora, mantiene el mismo bloque desde poco antes de la Eurocopa 2008 y hasta el momento no le ha podido ir mejor. Es lógico que cueste variar eso. La historia está harta de ejemplos de selecciones que se han mantenido hasta fracasar porque antes lo habían ganado todo (Francia es un buen ejemplo). Sin embargo, Vicente ha ido introduciendo pequeñas modificaciones con calma y mucho tacto. Algunos extremos (Navas), algún delantero centro para jugar por arriba (Llorente), dos medios centros (Busquets y Alonso), etc. No obstante, se empeña en mantener el bloque a sangre y fuego a pesar de lo difícil que resulta en algunos casos, como los de Torres, Pedro o Albiol en esta última lista, lo que refleja que para determinadas decisiones cuenta más la jerarquía y para otras, el estado de forma.


 Sería una falta de respeto perder la confianza en un seleccionador que le ha dado a España su mayor éxito deportivo y que ha recibido el afecto y cariño de tantos en estos últimos años sólo por un par de decisiones concretas. Si se piensa con detenimiento, la diferencia de opinión seleccionador-aficionados se da en dos, tres o como mucho, cuatro puestos de veintitrés, lo que realmente es una cifra ínfima. En lo fundamental estamos todos de acuerdo. Además, aunque sea el mayor de los tópicos, nadie ha trabajado ni estado más cerca de los chicos que Del Bosque (ése es su trabajo) y nadie más que él le habrá dado vueltas a todas las alternativas y razones de por qué llevar a este o al otro, por lo que sólo por eso merece un voto de confianza.

El problema para Del Bosque será, sin embargo, el que tienen siempre los entrenadores, especialmente los seleccionadores, ejecutores de decisiones tremendamente importantes y fundamentales en espacios muy cortos de tiempo, como son Mundiales o Eurocopas: El ventajismo. Y en el caso que nos atañe, el bueno de Vicente estará mucho más expuesto que cualquiera de sus predecesores. El listón de las exigencias no puede ser más alto para él, ya que como campeones de todo cualquier resultado que no sea ganar la Eurocopa será peor que los anteriores. Esto quiere decir que si España cae antes de ser campeona a Vicente le lloverán críticas por no haber llevado a Adrián en vez de a Pedro o por haber llevado a Torres o a Negredo en lugar de Soldado, que serán más o menos contundentes en función de cuándo caigamos y cómo lo hagamos estéticamente. Pero se las llevará de todas formas. De nada servirá el triunfo en Sudáfrica, los excelentes números en su trayectoria como preparador de La Roja o sus decisiones tan acertadas como arriesgadas en algunos momentos. Por el contrario, si ganamos, todas las decisiones habrán sido más que acertadas.

Ejemplos como el caso de Pedro en el pasado Campeonato del Mundo son el mejor espejo de lo que puede ser el ventajismo. Si España no hubiera ganado, Vicente habría sido el técnico que hizo la locura de poner a un jugador sin experiencia en unas semifinales y una final de un Mundial de titular (decisión que todos, por inercia, pusimos en duda), el entrenador que destruyó la esencia del 'Tiqui-Taca' alineando dos medios centros en lugar de uno sólo; Insistiendo en los extremos como recurso y alejándose de todo lo que nos hizo campeones en Viena. Como Pedro fue clave y ganamos, Del Bosque tuvo una idea genial, demostrando ser un técnico visionario y que además ha preservado los valores fundamentales de la selección. Ni un extremo ni el otro.

Esto no quiere decir que las críticas sean malas. Desde aquí mismamente se ha dicho que no contar con Raúl si quiera como jugador seleccionable es una profunda injusticia y se piensa que por rendimiento, Torres y Negredo deberían haberse quedado en casa en favor de Adrián y Soldado. Y se ponen en duda las garantías de Juanfran como lateral, ya que por mucho que todos nos empeñemos, no es lateral. Cumplir y hasta salirse durante media temporada en esa posición no convierte a un futbolista que lleva ocho y media de sus nueve temporadas en Primera División como extremo derecho en lateral. Sergio Ramos cumplió durante medio año como centrocampista y no es centrocampista. Pero Vicente sabe más que todos nosotros. Y Juanfran ha hecho méritos para ir a la selección.

Por eso es ahora y no con la Eurocopa empezada cuando hay que posicionarse para evitar el ventajismo. Tanto a favor, como en contra. Y posicionarse sana y deportivamente, sin que nuestras opiniones se entiendan como un ataque a las decisiones del seleccionador. Desde aquí se piensa que Adrián, Raúl, Iraola o Muniaín merecían estar, pero ahora toca apoyar a los que están. Y si los que están ganan la Eurocopa, la alegría y la celebración debe ser la misma. Y si se pierde, no será sólo porque no ha ido éste o el otro. Al igual que en 2010 ni se ganó exclusivamente por Pedro ni se hubiera perdido exclusivamente por Pedro. O ahora por Torres. O en su momento por Raúl, como bastantes piensan. Una selección es mucho más que todo eso. Como quizá Vicente intenta hacernos ver, es a veces jerarquía, a veces experiencia y a veces juventud, ganas y buen estado de forma. Ahora toca unión. Y a estar todos con La Roja

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